El último bombardeo de misiles rusos contra la infraestructura civil de Ucrania ha marcado uno de los mayores ataques de este tipo en meses.
El jueves, Rusia disparó más de 80 misiles en un esfuerzo masivo para abrumar las defensas aéreas de Ucrania y paralizar el sistema energético del país.
Rusia ha estado lanzando regularmente ataques similares desde octubre en un intento por desmoralizar a la población y obligar al gobierno ucraniano a ceder ante las demandas del Kremlin.