Según datos de la Dirección General de Crédito Público, la deuda pública del país, en la que se aglomera tanto la deuda externa como la interna, alcanzó los US$61,340.5 millones de dólares, correspondientes al Sector Público No Financiero (SPNF), lo que representa un incremento sostenido en los últimos años, especialmente desde el 2022.
Desde el 2022 hasta el 2025, la deuda pública de la nación caribeña ha experimentado aumentos de US$9,486 millones de dólares, aumentando más de un 18% en los últimos tres años.
Sumado a los US$16,294.5 millones del Banco Central, la deuda pública consolidada del país asciende a US$77,634.9 millones de dólares.
En el 2022, la deuda estaba contemplada en US$51,854.5 millones, pasando a US$54,828 millones en el 2023, para luego establecerse en US$57,587.2 millones el año pasado y en este 2025, hasta el momento, se sitúa en US$61,340.5 millones.
Entre los factores que han incidido en el crecimiento de la deuda se encuentran el financiamiento de déficit presupuestario, pago de intereses de deuda acumulada, además del contexto internacional, con el alza en las tasas de interés globales.
El crecimiento de la deuda ha generado preocupación en sectores económicos y sociales, especialmente por su impacto en el presupuesto nacional, el servicio de la deuda y el margen fiscal del país.
Analistas advierten sobre la necesidad de mantener una política fiscal responsable y buscar mecanismos sostenibles de financiamiento que no comprometan el desarrollo a largo plazo.
