Madrid (EFE).- El colapso este martes de la terraza de la última planta del edificio de la calle Hileras del centro de Madrid, en el que murieron cuatro trabajadores, motivó el derrumbe de los forjados del resto de pisos hasta el sótano del inmueble, sobre cuyas obras el Ayuntamiento de Madrid no tenía constancia de ninguna queja por canales oficiales.
Las autoridades madrileñas hacen balance e investigan este miércoles el suceso en el edificio en rehabilitación que dejó cuatro fallecidos, tres obreros identificados como Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, todos ellos empleados de la empresa constructora ANKA, y una responsable de producción llamada Laura, de quien en un principio se informó de que era la arquitecta del proyecto.
La terraza de la quinta planta colapsó
El responsable de guardia de los Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, ha explicado a los medios que el derrumbe se inició por el colapso de la terraza de la quinta planta (en la que no había ningún obrero en ese momento), lo que hizo que se desplomaran los forjados del resto de pisos hasta el sótano.
En total, cedieron siete forjados con una altura de 50 metros, que provocaron una cantidad de escombros que en algunos lugares llegaron a los tres metros de altura.

La Policía Municipal se encarga de investigar lo ocurrido y en el interior del edificio trabajan agentes de la Policía Judicial, entre ellos personal especializado en la investigación de siniestros laborales y agentes especialistas en realizar inspecciones oculares y técnico policiales.
Entre las posibles hipótesis, que Seguí ha precisado que se trata de «suposiciones» ya que es la Policía la que tendrá que dilucidarlo, el responsable de los bomberos ha explicado que el derrumbe podría estar relacionado con alguna práctica propia de este tipo de trabajos, como la reducción de cargas, la eliminación de tabiquerías o la eliminación de alguna zona de pendiente sobre el forjado para eliminar el peso.
También ha precisado que en la zona centro de Madrid es «muy difícil» acopiar material de construcción, por lo que es habitual hacerlo en la cubierta y puede que justo en este caso haya tocado una zona sensible.
La licencia se concedió en febrero
El alcalde de la capital, José Luis Rodríguez Almeida, ha incidido en que en los canales oficiales del Ayuntamiento de Madrid no constaban quejas sobre las obras, cuya licencia se concedió en febrero de este año.
Respecto a la supervisión y vigilancia de la obras, tras obtener la licencia en febrero de 2025, Almeida ha señalado que esto le corresponde a la dirección facultativa de la dirección de obra que es la que «legalmente» tiene encomendada el cumplimiento de esas obligaciones y, por tanto, «es quien debe garantizar la seguridad en la ejecución de las obras».

Un responsable de Anka Demoliciones, una de las empresas que trabajaba en la reforma del edificio, ha explicado que había unas 40 personas trabajando en la obra y ha defendido que, por los datos que está recabando, se trató de un accidente y no de una negligencia.
Daniel, responsable de la empresa, ha apuntado a preguntas de los periodistas que en el momento en el que cedió un forjado «se supone» que había «más de cuarenta» trabajadores, y al ser preguntado sobre si la tragedia podría haber sido mayor ha respondido que habría sido así «sobre todo si hubiese habido una negligencia, que no es el caso».
Ha incidido en que, en su opinión, se trató de «un accidente en una zona donde no se estaba trabajando», y a pesar de que se tomaban «todas las medidas de seguridad».
La tragedia pudo ser mayor
En ese sentido, ha añadido que «afortunadamente no se estaba trabajando en esa zona», sino que tres de las víctimas «estaban fuera de la zona de trabajo, estaban en el servicio», y una cuarta en la cubierta, «trabajando por encima del nivel de caída».
Ha detallado que los obreros fallecidos tenían la documentación en regla y «llevaban tiempo trabajando, tenían experiencia y tenían formación».
Todas las autoridades madrileñas, empezando por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, además de partidos como el PSOE-M, han agradecido la labor de los servicios de emergencias y la celeridad con la que han rescatado los cuerpos de los fallecidos, evitando así prolongar el sufrimiento de sus allegados.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha subrayado la necesidad de reforzar la seguridad y la salud en el trabajo para evitar tragedias similares, en la misma línea que Más Madrid, cuya portavoz en la Asamblea, Manuela Bergerot, ha instado a que las administraciones pongan «medidas inmediatas» para garantizar la salud laboral.
A lo largo de la mañana el centro ha ido recuperando poco a poco la normalidad, aunque decenas de policías municipales seguían custodiando el cordón policial en los alrededores de la calle Hileras, a la que sólo se permitía acceder mostrando la documentación a los agentes.
