Aunque la leche materna está diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales de los bebés, consumirla como adulto no representa un peligro siempre y cuando la persona lactante esté sana y libre de infecciones o condiciones médicas transmisibles a través de la leche.
Según la organización e-lactancia.org, amamantar a un adulto no conlleva riesgos directos para la salud. Sin embargo, es fundamental que la persona que amamanta mantenga una adecuada higiene, evite medicamentos que se transmitan a través de la leche materna y no sufra de enfermedades infecciosas. Además, es importante que esta práctica se realice con responsabilidad y consenso mutuo.
En términos de seguridad, amamantar a una pareja no representa un problema fisiológico si ambos se sienten cómodos con la práctica. Es recomendable realizarse chequeos médicos regulares para asegurar que no existan condiciones médicas que afecten la salud de ninguno de los dos.

Beneficios y riesgos de amamantar a un adulto
Beneficios
- Fortalecimiento del vínculo emocional: Amamantar a tu pareja puede ser una experiencia que aumente la intimidad y el apego emocional entre ambos. La liberación de oxitocina, conocida como la «hormona del amor», durante la lactancia favorece la sensación de conexión y bienestar.
- Incremento de la confianza y comunicación: Esta práctica poco convencional puede ser una forma de explorar la sexualidad y mejorar la comunicación en la pareja, siempre y cuando ambos estén de acuerdo y exista respeto mutuo.
Riesgos
- Sensibilidad y dolor en los pezones: La succión continua por parte de un adulto puede provocar irritación, dolor o incluso mastitis, una inflamación del tejido mamario que debe ser tratada de inmediato.
- Falta de beneficios nutricionales para el adulto: La leche materna está diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales de un bebé, por lo que su aporte para un adulto es limitado y no ofrece beneficios significativos.
Amamantar a tu pareja puede tener implicaciones emocionales tanto positivas como negativas. Mientras que para algunos puede ser una experiencia que fortalezca el vínculo afectivo, para otros puede generar incomodidad o conflictos. Es importante hablar abiertamente sobre las expectativas y deseos de cada uno respecto a esta práctica.
Amamantar a una pareja puede ser una experiencia que refuerce el vínculo, pero debe realizarse con precaución y siempre con el consentimiento de ambos