Efectivos de los Bomberos de la Generalitat y de los Mossos d’Esquadra siguen trabajando para rescatar los cuerpos de los tres operarios accidentados, junto a los equipos de Iberpotash, empresa que explota la mina de potasa de Súria.
Dos de los tres fallecidos son estudiantes de máster de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Manresa (EPSEM), dependiente de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Así lo ha confirmado el rector de la UPC, Daniel Crespo, que ha expresado su pésame a las familias y amigos de los tres fallecidos.
La Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Manresa ha informado de que uno de los dos fallecidos estaba haciendo prácticas en la empresa ICL Iberia en el marco de un convenio de cooperación educativa.
El accidente ha ocurrido poco antes de las 9.00 horas de este jueves debido a un desprendimiento que ha tenido lugar en una galería de la mina situada a 900 metros de profundidad.
Nueve dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, que incluyen a miembros del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) y un helicóptero medicalizado, así como agentes del Grupo de Subsuelo de los Mossos están trabajando para evacuar los cadáveres de los mineros, unas labores complejas dado que la zona donde ha ocurrido el accidente es muy inestable.
Consultada por EFE, la empresa Iberpotash ha declinado hacer comentarios por el momento en relación con este accidente laboral hasta que reúna más información sobre lo ocurrido.
Fuentes sindicales, por su parte, apuntan a EFE que el accidente lo ha causado un desprendimiento de liso -cara plana y extensa de roca-, lo que habitualmente se intenta impedir mediante la técnica del bulonaje, que consiste en colocar anclajes y una malla metálica que eviten que el techo ceda.
Dudas sindicales sobre la seguridad
En la mina de Iberpotash en Súria trabajan entre 800 y 900 personas, de modo que en el momento del accidente el turno debía estar conformado por entre 200 y 300 empleados, añade estas fuentes, que resuelven que “las medidas de seguridad no son las que deben ser”.
En junio de 2020, dos empleados de Montajes Rus, subcontrata de Iberpotash, murieron en sendos accidentes laborales ocurridos en otra mina, la de Vilafruns (situada entre Sallent y Balsareny, en la provincia de Barcelona), después que unas piedras de grandes dimensiones les cayeran encima.
Tras el segundo accidente mortal, ocurrido el 25 de junio, la dirección de Iberpotash paró la producción esta mina y posteriormente la cerró definitivamente.
A diferencia de la mina de Vilafruns, en el caso de Súria la empresa no tenía subcontratados los trabajos de bulonaje para asegurar las galerías. Iberpotash forma parte de ICL Iberia, filial del grupo ICL, con oficinas centrales en Israel.
Tras trascender la gravedad de los hechos, los consellers de Interior, Joan Ignasi Elena, y de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, se han desplazado a Súria para seguir las tareas de rescate de los mineros.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, al inicio de su intervención en la sesión del control que tiene lugar este jueves en el Parlament, ha expresado su “preocupación” por el accidente y ha trasladado “todo el apoyo a las familias de los mineros afectados” y a sus compañeros.
“En el Govern estamos trabajando desde los servicios de emergencia, dando apoyo a los servicios de la propia empresa, que también están actuando ante este trágico accidente”, ha añadido.
En sus turnos posteriores, los diferentes líderes parlamentarios catalanes se han ido sumando a las muestras de apoyo a las familias de los mineros.
La Generalitat inspeccionó en febrero la mina y no vio irregularidades
La Subdirección General de Minas de la Generalitat inspeccionó hace tres semanas la mina de Súria (Barcelona) en la que un desprendimiento ha atrapado hoy mortalmente a tres trabajadores y no advirtió ninguna irregularidad, por lo que no se abrió ningún expediente.
Así lo ha anunciado el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, que se ha trasladado junto al titular de Interior, Joan Ignasi Elena, a la mina de potasa de Iberpotash en Súria, donde los Bomberos y equipos especializados están asegurando el terreno para acceder a la galería situada a 900 metros de profundidad para poder extraer los cuerpos, en un proceso que se prevé largo.
Torrent ha explicado que, en el marco de los “controles periódicos y sistemáticos” que la Subdirección General de Minas de su departamento lleva a cabo a este tipo de instalaciones, hace tres semanas, en febrero, se revisó la mina de Súria y no se halló “ninguna irregularidad”, por lo que no se abrió ningún expediente ya que no se detectó “ninguna situación” que lo hiciera necesario.
Por su parte, Elena ha indicado que los Bomberos y los especialistas se centran ahora en asegurar el entorno para que los equipos de emergencia puedan acceder a la galería donde se ha producido el desprendimiento que ha atrapado a los tres trabajadores.
Pese a que oficialmente Elena ha afirmado que no podía confirmar la muerte de los tres trabajadores, el conseller ha advertido de forma reiterada que la información y los indicios que tienen les hacen temer “el peor desenlace”.